Vacaciones en la playa…… (y 4)
El día transcurrió de lo más tranquilo. Lo pasamos en la playa, comimos en un chiringuito una paella…lo típico de unas vacaciones en la playa. Lo que no era tan típico es que mi novia no quisiera echar un polvo conmigo. ¿estaría enfadada por todo lo que le hice trabajar el día anterior?, no creo. Parecía que estaba disfrutando…no quise comerme más la cabeza, simplemente estaría cansada…la verdad es que yo también lo estaba…
Por la noche salimos de marcha. Nos fuimos a una zona de pubs y discotecas. Había bastante gente y estaba muy animada la zona. Lo malo de salir en verano, el calor. Lo bueno, las tías se visten con faldas y tops minúsculos…una pasada.
Las chicas, Silvia y Nekane, iban bastante arregladas. Provocativas, como siempre, los tíos no paraban de mirarlas sin importarles que nosotros fuéramos con ellas. Entramos en un pub-discoteca. Estaba bastante lleno así que buscamos una esquina donde ponernos a bailar.
– Os parece bien aquí -dijo Marcos casi gritando por el efecto de la música
– Perfecto -Contestó Silvia.
– ¡Joder Fran! Has visto a la tía que está pidiendo en la barra! Vaya pelirroja…
Era una pelirroja de pelo corto, alta y llevaba un vestido blanco de tirantes. Era tan corto el vestido, que al estar apoyada en la barra hablando con la camarera le pudimos ver parte del culo.
– Tenemos que ir a por ella -Dijo Marcos
– Espérate primero a ver si tiene novio y está por aquí.
– ¡Qué más da! No me cortes el rollo, vamos a por ella y nos la tiramos a medias, como en los viejos tiempos.
– Te olvidas de las chicas…te recuerdo que están aquí con nosotros…
– Ellas están bailando a su bola ¿no las ves?, joder! Si no te vienes voy yo solo…
En ese momento la pelirroja fue hacia los aseos.
– ¡Venga! Vamos ahora que está en el aseo…
Me cogió del brazo y me arrastró hasta el aseo. La chica estaba dentro. Marcos abrió la puerta.
-¡eh! Está ocupado -gritó la pelirroja
Aun así Marcos y yo entramos cerrando la puerta.
– No pasa nada cariño…tú te estás maquillando y nosotros vamos a mear…no te m*****aremos.
Nos sacamos la polla mirándole a ella. Le cambió la cara cuando nos vio que ya estábamos medio empalmados. Nos dimos la vuelta y empezamos a mear. En eso ella nos tocó en el hombro.
– A ver, daros la vuelta.
Le hicimos caso y nos cogió la polla mientras nos miraba fijamente.
– Seguro que solo queríais mear…no queréis nada más de mi…
– Estamos dispuestos a lo que sea pelirroja- le dije
Nada más decir eso se arrodilló y se metió mi polla en la boca, empezó a comérsela como una desesperada, incluso me pegaba pequeños mordiscos.
-¡Joder Marcos! Pues sí que tenía hambre la tía…dije entre jadeos…
Marcos que estaba de pie al lado mía le arrimaba la polla a la boca, pero está no le hacía caso, estaba como loca con mi rabo…
-¡Ya vale!, que la idea ha sido mía!- gritó Marcos- ¡Apóyate contra la pared preciosa!
La chica le hizo caso. Apoyó sus manos en la pared, se agachó y se subió el vestido dejando un hermoso culo en una posición inmejorable. Marcos y yo nos abalanzamos para follarla, pero él llegó antes.
-Ahora es mi turno- dijo riéndose Marcos. Tranquila, que no te va a doler. Te la voy a meter muy despacio, hasta que te entre toda zorrita…aunque seguro que ya te han dado otras veces por este precioso culito…así que no te dolerá…
Le clavó la polla en el culo de un solo golpe. La chica dio un grito bestial pero lejos de enfadarse le decía entre gemidos:
– Métemela más…
– Ya la tienes toda dentro…22 cm de carne para ti sola.
La envestía salvajemente. Yo no podía aguantar más así que le separé las manos de la pared, me puse enfrente de ella apoyándome yo en la pared. Ella se agarró fuertemente a mi culo mientras Marcos le envestía. Aprovechando que la polla le llegaba a la altura de la cara le dije:
-¿continuas con la mamada?
Sin pensárselo empezó de nuevo a comer. Al rato Marcos me hizo una señal.
-Mira zorrita ahora mi amigo te la va a clavar por el culo, puede que te duela porque su polla es más gorda que la mía, pero vas a disfrutar muchísimo…
Nos cambiamos los papeles. No le debió doler nada cuando se la metí porque por ese agujero cabían dos pollas como la mía…
– Me gusta más el culo de tu novia…
La pelirroja, que le estaba comiendo el rabo a Marcos hizo un gesto para darse la vuelta y recriminármelo, pero Marcos le giró de nuevo la cara y le volvió a meter la polla en la boca
– Tu sigue comiendo guapetona…y tu Fran termina ya que las chicas se van a mosquear…Nos corrimos los dos casi a la vez. Yo lo hice dentro del culo de la pelirroja y Marcos le puso la cara perdida de leche. Esperamos a que se limpiara y le dimos un beso para despedirnos. Salimos del aseo y estaban nuestras chicas bailando con los Nacho, Max, Raúl e Ivan…
– joder, ya están aquí los pesaos estos…-dijo Marcos.
– No son pesaos, a mi me caen bien…
Nos acercamos.
– Hola chavales.
– Hola -contestaron dándonos la mano..
– Ahora mismo hay en el aseo una pelirroja, buenísima y bastante putilla – le dije a Raúl
– y no me dejas hoy a tu novia- preguntó Raúl
– ¡Nooo! Hoy no…puede que otro día te llame para un regalo que he pensado para ella, pero ahora aprovechar lo que hay en el aseo.
Se fueron los cuatro corriendo al aseo. No me quiero ni imaginar lo que le hicieron a la pelirroja aquella noche.
Nekane había bebido más de la cuenta e iba un poco mareada. Me ofrecí para sacarla fuera de la discoteca, yo tampoco aguantaba más el calor y el humo que había allí dentro. Nos sentamos en un banco mientras se le pasaba. En eso salió también de la discoteca Max y vino hacia nosotros.
– ¿Ya habéis terminado con la pelirroja?
– Ni te imaginas el polvazo que le hemos echado…bufffffff he terminado reventado!
– Ya os lo advertí…menuda tía…
– ¿y vosotros que hacéis aquí fuera?
– Nada. Nekane esta mareada y le he acompañado fuera para despejarse…
– Oye, tú crees que podremos repetir lo de la otra noche en vuestra casa…estuvo muy bien.
-Pues no sé, depende de las chicas…
-Es que yo quiero volver a probar el culo de Nekane…me he enamorado tío. No paro de pensar en ese culo, es el mejor que he visto en mi vida…
-Pues igual me pasa a mí, estoy obsesionado con su culo
Nekane estaba al lado nuestro pero no se enteraba de nada, llevaba un buen ciego.
– Oye Max, quédate un momento con Nekane que voy yo a buscar a Silvia y a Marcos. ¿Ok?
Fui para dentro y me encontré con una situación que no esperaba. Marcos bailaba pegadísimo a Silvia, extremadamente pegado, restregándole el paquete a mi novia, pero no era el único. Raúl estaba igual de pegado pero por la parte de atrás…Silvia me vio e hizo un intento de separarlos pero le hice un gesto para que siguiera. Ella me sonrió y siguió restregándose con Raúl y Marcos. A ver si se le pasaba el cabreo y por la noche por fin podía follármela a gusto.
Cuando salí vi que Nekane estaba sentada encima de Max y que este estaba haciendo unos movimientos muy raros.
– ¡Joder Max! Que está borracha! ¡Como te pones a darle por el culo!
– no he podido evitarlo. Se lo he preguntado y me ha dicho que si…
– pero no ves que no sabe lo que dice…
-¿paro?
-a hora ya que te has puesto termina…y hazlo antes de que salga Marcos.
Se la terminó de follar encima del banco. Cuando acabó tuve que ser yo el que se la quitara de encima y el que le pusiera de nuevo el tanga. Que tentación! Pero tenía que reservarme para esta noche. Mi novia me esperaba…
Silvia y Marcos salieron de la discoteca a eso de las 3 de la mañana. Fuera les esperábamos Nekane y yo. Esta ya estaba mejor, me preguntó varias veces porque le dolía el culo…solo pude reírme. Cuando salió Marcos vi que estaba empalmado además llevaba una mano en el culo de mi novia.
-¡Cambio de pareja! -dije
Cogí a mi novia por la cintura y nos fuimos a casa.
Al llegar subimos cada uno a su habitación. A mi novia se le había olvidado el bolso en el coche así que baje de nuevo al garaje a buscarlo. Por el pasillo me encontré a Nekane que iba en pelotas medio zombi, le di una fuerte palmada en el culo y le dije “¡a la cama!”.
Cuando subí a la habitación oí que Silvia estaba con alguien. Me asomé por la rendija y vi que Raúl estaba allí dentro. Mi novia estaba desnuda sobre la cama. Estaba preciosa sin nada puesto, con ese chochito depilado y ya húmedo esperando que la penetraran y los pechos sueltos, apuntando hacia el techo…Raúl estaba enfrente de ella, solo con los calzoncillos puestos…de momento solo hablaban
– ¿tienes novia Raúl?
– no, hace un par de meses que cortamos…
– ¿y eso?
-era muy estrecha. Yo necesito una mujer potente…como tú…
– ¿te gustó lo del otro día?
– Por supuesto, fue el mejor polvo de mi vida…jamás había follado con una tía tan buena como tu…
– ¿y qué es lo que más te gusta de mi?
– todo, pero sobretodo las tetas…me pasaría horas enteras comiéndotelas…
– Pues tu tampoco estás nada mal. Se nota que vas al gimnasio, vaya cuerpo más tonificado y que abdominales…
– ¿Las quieres tocar?
-¿Puedo?
– Por supuesto.
Raúl se tumbó al lado de Silvia y está empezó a tocarle los abdominales. Estaba dispuesto a entrar pero oí:
– Mi novio también tiene un buen cuerpo…
– ¿lleváis mucho tiempo?
– un año y algo…
– ¿y le quieres?
– mucho
– pero parece muy liberal. ¿no le importa que te lo montes con otros?
-Esto es solo un paréntesis de vacaciones. Después volverá todo a la normalidad…cada uno con su pareja.
Eso me había gustado. Seguí mirando desde la puerta. Ella sabía de sobra que yo estaba mirando desde la puerta y parecía no importarle. Quería darme celos, yo, que soy muy orgulloso, deje que Raúl siguiera su juego con ella.
– oye Silvia…
– dime…
-Pon una mano aquí – señalando a su paquete…
– Ves lo caliente que me pones. Tengo la polla a punto de reventar…
Silvia metió una mano en los calzoncillos y empezó a pajearle. Entonces no pude evitarlo y entre en la habitación. Al verme Raúl se incorporo y los dos se callaron.
– buenas noches. ¿interrumpo?
-no,no yo ya me iba…dijo Raúl…
– no te preocupes hombre, sigue, sigue con lo que estabas haciendo.
Yo me iba desnudando mientras hablaba. Raúl se volvió a acostar en la cama y Silvia le bajó los calzoncillos. Su polla salió disparada y mi novia no tardó en metérsela en la boca. Me acosté al otro lado de ella.
– Cariño, ves tú metiéndomela por el culo…
– No Silvia, esta noche no…hoy te quiero follar bien el coñito.
Le aparté de Raúl, la tumbé boca arriba y me tire encima de ella, follándomela con más ganas que nunca. Los dos gritábamos y Raúl, de rodillas en la cama, se la meneaba mientras miraba. No tardamos mucho en corrernos, terminé abrazado a ella que me cogía fuerte del culo apretando hacia dentro como si no quisiera que mi polla saliera nunca de ella…
– Si has terminado, ¿puedo yo? -preguntó temeroso Raúl…
– Sí, tu turno.
Me senté en la cama esperando que la verga me respondiera para un segundo asalto. Raúl cogió la misma postura que yo, casi con la respiración entrecortada se la metió muy poco a poco y le estuvo cabalgando un buen rato, corriéndose también dentro de ella. Yo tenía mis manos muy ocupadas con sus tetas…
– oye Raúl, ¿quieres probar algo nuevo?
– Claro, de ti espero lo que sea
Yo ya sabía lo que era. Mi novia era muy aficionada a jugar con mi culo. Al principio a mi no me hacía ninguna gracia pero acabé aceptándolo. Puso a Raúl a cuatro patas en la cama y separo con las manos su culo.
-Qué buen culo tienes Raúl…Además depilado como me gustan…
Raúl puso cara de satisfacción, cara que le cambió cuando mi novia metió un dedo en su culo. No se quejó, pero por la cara creo que le había dolido, le hice un gesto indicándole que aguantara. Al final pareció gustarle porque con una mano se la estaba meneando mientras mi novia le metía el segundo dedo…
– Joder Silvia, déjale ya al chaval que le estará doliendo -le dije.
– No, si no duele…-dijo Raúl mientras se la meneaba.
Mi novia sacó los dedos y metió su cara entre el culo de Raúl, empezó a besarlo y morderlo.
– Silvia, te apetece tener dos pollas dentro de ti…yo ya estoy listo de nuevo.
Sacó la cara del culo de Raúl y dijo:
– Está bien, pero antes tendréis que hacer lo que os diga…
– Haremos lo que sea, dijo Raúl…
– quiero que le hagas una paja a mi novio…después dejare que me folles el culo hasta que me lo revientes
– ¿Qué?!!! -dije yo. No pienso dejar que un tío me la menee
– Hazlo por mí, me excita mucho, siempre ha sido una de mis fantasías…
– Joder pero es que es muy fuerte lo que me pides…
– Da igual -dijo Raúl. Vamos a hacerlo, total es un momento solo y luego le reventamos el coño y el culo.
Silvia se sentó enfrente nuestra, con las piernas abiertas y sus dedos jugando con su chochito húmedo. Raúl se sentó al lado mía, en la cama y me cogió la polla. Los dos estábamos embobados viendo como su dedo índice entraba y salía de su coñito.
Ella se frotaba muy fuerte y Raúl, mirándola como medio ido empezó a pajearme cada vez más deprisa. Silvia nos miraba a los dos con una cara de vicio que yo jamás le había visto. Realmente estaba disfrutando viendo a un hombre machacándosela a otro. Yo me sentía cada vez mas excitado a pesar de que sabía que era un hombre el que me la estaba meneando. Intente con todas mi fuerzas aguantarme…pero la cara de vicio de mi novia y la mano de Raúl subiendo y bajando cada vez más deprisa no me dejaron mucha opción… al final terminé explotando. El primer lefazo salió disparado y al intentar aguantarme los siguientes acabaron siendo un reguero de leche que se deslizo polla abajo hasta la mano de Raúl
Me tumbe suspirando y muy avergonzado porque sabía que era una de las mejores pajas que me habían hecho en mi vida… y había sido un tío.
Silvia se acerco y empezó a limpiar todo el semen que había en mi polla dulcemente. Estuvo así un buen rato. Mientras yo seguía pensando en el pajote que me había hecho Raúl y volvía excitarme de nuevo. Mi polla se puso dura de nuevo, lista para follarme a la zorrita que, sin tocarme, había conseguido que tuviese una de las mejores corridas de mi vida.
Entonces se puso encima de mí y se la metí hasta el fondo. Tenía el coño empapado. Raúl se colocó detrás y se la fue metiendo poco a poco por el culo. Silvia no paraba de gritar y jadear, aquello era realmente excitante, sobre todo para ella que siempre había tenido la fantasía de tener dos pollas a la vez dentro.
Raúl que mientras me hacia el pajote había aguantado con la polla a punto de reventar la envestía con la fuerza de un toro. Estaba como loco y sus pollazos, dentro del culo se Silvia, hicieron que más de una vez mi polla se saliera del coñito de mi novia. No me importaba porque estaba tan mojado que mi polla, a pesar de su grosor, volvía a entrar con facilidad.
Raúl fue el primero en correrse. Agarro a Silvia del pelo hacia atrás y arqueándole la espalda le pego cinco o seis arremetidas que estoy seguro que le llenaron el culo de leche
Silvia y yo nos corrimos a la vez justo después.
Raúl se fue a su casa dándonos antes las gracias varias decenas de veces. Aquella noche dormí relajadísimo.
A la mañana siguiente, cuando me desperté las chicas se habían ido de compras y nosotros nos bajamos a la playa. El mar estaba tranquilísimo, no había ni una ola y además el agua estaba muy clara. Dentro del agua había un grupo de 5 chicas, de no más de 20 años, jugando con una pelota. Nosotros nos pusimos a nadar y nos paramos muy cerca de ellas.
Mientras le contaba a Marcos lo que había pasado la noche anterior se les escapó la pelota a las chicas y se quedó entre nosotros dos. Vinieron las cinco nadando rápido para ver quien la cogía antes. Aprovecharon para presentarse. Fue pasando una a una para darnos un beso. Una de las chicas aprovecho para meterme mano en el paquete. A juzgar por la cara de Marcos, también se lo tuvo que hacer a él. También noté algunos manotazos y pellizcos en el culo. Por supuesto yo también aproveche y dejé mis manos sueltas bajo el agua. Una de las chicas, que tenía un culito delicioso, me pilló con la mano palpando su ojete.
Pensé que lo que iba a hacer era quitarla de allí, pero no, la cogió y la metió dentro de su bikini rojo, por la parte delantera. Estuve acariciándole un buen rato e incluso llegue a meterle un par de dedos mientras todos hablábamos muy animadamente. A pesar de lo fría que estaba el agua, notaba calentísimo el chochito aquella chica. Marcos tenía dos chicas subidas, literalmente, encima de él. Le cogían por el cuello, dejándole las tetas pegadas a la cara. Marcos jugaba con ellas, dándoles mordiscos en los pezones y sujetándolas bien del culo.
Yo, que estaba mirando a la orilla, vi que nuestras novias volvían. Al ver como Nekane se quitaba el pareo y dejaba su culo solo con el minúsculo tanga negro, deje de pensar en las chicas que estaban con nosotros.
Silvia y Nekane vinieron hacia nosotros. Al verlas venir, las chicas se fueron a seguir jugando con la pelota.
-¿qué hacíais con esas chicas? -preguntó Nekane
– pues no lo has visto?. Hablar y ya está -contestó Marcos.
Nos estuvimos bañando y no pude evitar llevar una mano al culo de Nekane. Estuvimos casi media hora hablando los cuatro en el agua, y durante toda la media hora, mi mano no salió del culo de Nekane, que lo disimulaba muy bien.
Fuimos a casa a preparar la comida. De nuevo se repetía la escena, Marcos y Silvia en la cocina, y yo con Nekane en el comedor. Estábamos sentados en la mesa, Nekane enfrente mía. Esta vez fui yo el que se metió debajo de la mesa, me acerqué a ella, le abrí cuidadosamente las piernas, separe con una mano su tanga blanco y pegue mi cara a su rajita. Empecé oliéndolo. Respiraba profundamente con la nariz casi metida en su agujerito. Era un olor maravilloso que me encantaba, hice cuatro o cinco respiraciones fuertes y empecé a trabajar con la lengua.
Primero dándole grandes lametazos que recorrían toda su raja y después introduciendo la lengua dentro, dándole pequeños mordiscos en los labios, comprobando su elasticidad. Estuve varios minutos disfrutando de ese rico manjar y de los sabrosos jugos que resbalaban por sus muslos. Cuando fui a quitar la cara de en medio de sus piernas, para volver a sentarme en la mesa, Nekane, metió las manos debajo del mantel y empujó mi cabeza de nuevo hacia su coño. La restregó fuertemente hacia él dejándome casi sin respiración. Yo no aguanté más, salí violentamente de debajo de la mesa, cogí a Nekane en brazos y la subí muy rápidamente a su habitación.
Al entrar, no cerré ni la puerta, la empuje contra la pared, subí su falda y de un golpe le arranqué el tanga. Me arrodille y me dispuse a comerle el culo. Separe bien las nalgas dejando bien abierto el agujero y la lengua hizo el resto. Disfruté más que nunca, ella tenia una mano en el coñito, que volvía a estar empapado. Cogí un bote de lubricante que había encima de la mesita de noche de Marcos y lo unté bien por el culazo de Nekane y por mi polla. Ella, que seguía apoyada en la pared, soltó un grito cuando mi polla resbaló entera hacia dentro de su culo. Me la follé salvajemente, se la metía entera en cada golpe y acabé con mi leche dentro de ella.
Al sacar la polla ella se dio la vuelta. Me miró fijamente y me dio un beso en la boca que duró bastante. Se arrodilló, me cogió la verga, que ya no estaba tan dura, se la metió en la boca y la estuvo chupando un buen rato, limpiándola y saboreando mis fluidos. Desde abajo nos avisaron de que la comida ya estaba. Nekane y yo no teníamos ya hambre. Ya habíamos comido bastante.
He de reconocer que sentía un ligero dolor en la polla y en los huevos. En parte era normal. Me había pasado la mitad del tiempo de las vacaciones follando y la otra mitad empalmado. Necesitaba un descanso, aunque con unas tías así parecía imposible.
Aquella iba a ser la última noche de vacaciones. A la mañana siguiente volvíamos a casa. Pensé que sería un buen momento para sentarnos los cuatro a hablar y aclarar toda la situación que habíamos vivido, y así hicimos. Nos sentamos en la terraza, mirando al mar y tomándonos unas copas. Fui yo el que empezó a hablar:
– Supongo que todo este “intercambio de parejas” que hemos vivido estos días acabará cuando volvamos a casa…
– Claro que si -respondió mi novia.
– Lo que no tenemos porque ocultar es que Fran y yo nos atraemos y Silvia y Marcos también…-dijo Nekane.
– Ya, pero yo te quiero a ti y supongo que Silvia también querrá más a Fran que a mi. Así que mejor que a la vuelta cada uno vuelva con su pareja.
– No se si podré aguantar de nuevo estar tan alejado de tu culo Nekane…
Ahí acabó la conversación. Las chicas bajaron a dar un paseo por la playa y Marcos y yo nos quedamos hablando.
-Han sido las mejores vacaciones de mi vida…
-Pues ya ves. ¿cuántas veces te has follado a mi novia? -le pregunté
-Tres veces.
-¡tres!, yo solo me acuerdo de 1 y de la cubana que te hizo
-¿y tú a la mía?
-3 y un par de mamadas que yo recuerde…
-¡que cabrón! Has disfrutado bien del culo de Nekane…
-y tu de las tetas de Silvia!…
-Tío, es una pena que se acabe…
-Pues si…aunque a mí no me importaría que alguna otra vez te follaras a mi novia…
-y a mí tampoco que te follaras a la mía…siempre que yo lo supiera antes…
-Te tomo la palabra!
Y así quedó resuelta la cosa. Volvimos a casa con un pacto para poder follarnos a la pareja del otro, previo aviso…si lo cumplimos o no, es tema para otro relato…