MUJER MADURA,ANDALUZA…
MUJER MADURA,ANDALUZA,CULTA Y CON CARÁCTER.

Me despertó el ruido de la persiana aunque ella apenas la subió,sólo lo justo para que la luz se colara por las rendijas.
Me incorporé hasta quedar sentado en la cama,totalmente desnudo bajo la sábana y vi como ella,con su kimono rojo y esos andares tan elegantes se sentaba en el sillón que había en una esquina de la habitación.

-Dijiste que eras de levantarte temprano.

Cruzó sus piernas con un movimiento de película.¿Cómo se puede tener tanta clase y no morir en el intento?

-¿Que hora es?

-Pasan de las diez.

Había llegado a su casa la tarde anterior. Mi viaje de retiro espiritual mochilero me llevó a una estación de tren a seis kilómetros de su casa. La llamé simplemente para quedar y tomarnos las cervezas que le prometí una y mil veces por chat y a ella no dudó en invitarme a quedarme en su casa el tiempo que quisiera. Acepté. Caminé hacia la localización que me envió al móvil,con el corazón latiendo a mil y una impaciencia que me hacía andar más rápido de lo que debía,acusando el calor. Llegué a una zona residencial repleta de chalecitos bastante nuevos y muy cuidados,con sus jardines y sus perritos,sus barbacoas exteriores y sus coches aparcados en frente de la puerta del garaje. “Que nivel” ,me dije a mí mismo.
La puerta se abrió y salió a recibirme justo cuando entraba al patio anterior. Quedé impresionado. No creí que fuera tan alta.Ni tan jovial.Ni que su melena negra fuera tan larga y espectacular como lucía ahora con el pelo suelto. Debería relatar como vestía,pero me lo salto porque lo que llevaba puesto “de verdad” era una sonrisa matadora y una mirada entre tierna y de aprobación que me desarmó al momento. Ignorando por completo a los vecinos que observaban desde la calle o tras las cortinas de las ventanas de las casas cercanas me abrazó y me dió dos besos en las mejillas a modo de saludo. Nos miramos a los ojos de manera cómplice,plantados enfrente de la puerta. Reí.
La mañana siguiente volvíamos a mirarnos de esa manera. Ella en el sillón y yo en la cama. Nos sonreímos el uno al otro. Arriesgué porque sabía ella también lo estaba deseando.

-Ya te dije que un día te desnudarías para mi. Tú me decías que no pero aquí estamos…

Cerró los ojos lentamente y aluciné cuando se llevó las manos al cuello del kimono. Se lo abrió primero dejando sus hombros a la vista,y luego dejó que se deslizara hacia su cintura para quedar con el torso completamente desnudo. La imagen ante mí era increíble,unos preciosos pechos tocados con alguna peca y unos pezones que me volvieron loco al instante. Intenté disimular mi sorpresa y mantuve la calma. Aún así ella notó mi excitación y mis nervios,porque estoy seguro que fue eso lo que la hizo continuar. Tiró del cinturón dejando abierto completamente el kimono. No llevaba bragas.
Abrió sus piernas recostando una de ellas en el brazo del sillón para mostrarme su coño húmedo. Una finísima tira de vello dividía su mons pubis y pude ver como acercaba su mano,que había tenido recostada entre los pechos,a su vagina. Mi polla ya se revolvía rebelde bajo la sábana y reprimí el movimiento reflejo de llevarme la mano a ella.
Se acariciaba su coño lentamente pasándose los dedos entre sus labios vaginales,pequeños y abiertos.Buscaba el clítoris y lo masajeaba,se introducía el índice mientras suspiraba sensualmete. Me aguantaba la mirada mientras se daba placer y yo no podía dejar de admirar su fisonomía,las manchas enrojecidas que aparecían en su piel debido a la excitación,la boca entreabierta emitiendo el sonido de una respiración agitada…
Se puso el dedo a la boca. Lo mordisqueó y acabó chupándolo suavemente. Luego se llevó las dos manos a su cabeza para acomodarse el pelo y volvió a cruzar las piernas.

-¿Que te apetece desayunar?

-Pues me apetece una mujer madura,andaluza,culta y con carácter.

Así se definía ella en la descripción de su perfil cuando aún estaba registrada en xHamster. Me llamó la atención desde el primer momento,y aunque a base de charlas descubrimos que somos muy diferentes en muchos aspectos llegamos a ser muy íntimos. Cada conversación con ella era un reto apasionante,una batalla que perdía la mayoría de las veces,pero que estaba dispuesto a volver a librar. Nos llevamos casi diez años,nuestros intereses de ocio o culturales están en las antípodas,y de política ya ni hablamos. Pero es posible que eso de que los polos opuestos se atraen sea verdad,ya que desde el momento en que puse los pies en su casa disfruté de su compañía,de su conversación y de su belleza en todo momento.
Tras la necesaria ducha de la tarde anterior y una vez instalado en su cuarto de invitados decidimos salir a tomar algo. Ahí el primer momento de choque socio-cultural de los varios que íbamos a vivir mientras estuvimos juntos. Ella apareció vestida con un fantástico vestido de verano largo,complementos cuidados como un collar a juego con sus pulseras y unas sandalias con plataforma i adornos de pedrería,y no se cortó al soltar una carcajada cuando me vio en tejanos,playeras adidas destrozadas,gorra,gafas de sol y mi camiseta negra con el logo clásico de Motörhead.

-Vaya par de dos! Seremos la comidilla de los selectos ciudadanos del centro Málaga!
Sus ojos la delataban,le encantó.

-Estaré a la altura,lo prometo! -le ofrecí el brazo en jarra para salir de su casa agarrados como una pareja de abueletes en una tarde de paseo. No pudo contener su risa.

Bebimos,hablamos largo y tendido,reímos. Cenamos,continuamos hablando,bebimos más. Volvimos a su casa,pasada ya la medianoche y tras desnudarme torpemente -bebí demasiado?- caí rendido en la cama de su cuarto de invitados,donde me dormí al instante.
Hasta que por la mañana me despertó levantando suavemente la persiana.

-Pues a la mujer madura,andaluza,culta y con carácter le apetece ser desayunada por ti.

Se levantó del sillón y dejó caer el kimono al suelo. Estaba preciosa,espectacular,y lo sabía.
Tiró de la sábana y subió a la cama gateando en mi dirección. Besó mis pies y subió por la pierna derecha con su lengua hasta dar con la polla erecta. Se la metió del todo en su boca,ensalivandola del todo. Mi excitación ahí fué máxima y presioné su cabeza para que no parara de babear mi miembro. Al poco se separó un poco y empezó a recorrer todo el glande con la lengua. Gemía,respiraba agitadamente por la nariz y me masturbaba con su boca con muchísimas ganas.
Estaba listo y ella lo sabía. Se sentó a horcajadas sobre mí introduciendo mi polla en su coño. La sensación de placer que se adivinaba por su rostro no hizo más que motivarme a conseguir que llegara al orgasmo y tras un rato de cabalgarme me las arreglé para invertir la posición para tenerla debajo mío con las piernas totalmente abiertas. Me moví mecánicamente clavando mi rabo en ese coñito húmedo y caliente. Taladraba sin parar mientras la oía gemir y cuando noté una explosión húmeda en su vagina que se trasladó a todo su cuerpo en forma de estremecimiento me solté llenando su coño con una brutal corrida. Caí rendido a su lado,observé su expresión entre divertida y relajada. Estábamos sudados,acalorados,exhaustos.

-¿Planes para hoy,señorita?

-Mmmm…tras éste desayuno,yo por mi parte,me voy a dedicar a esperar pacientemente la hora de comer.

Y así empezó nuestra maratón de tres días en la cama del cuarto de invitados de mi buena amiga.
Una mujer madura,andaluza,culta y con carácter.

MarioAgain,18/03/2018